El Mesías del siglo XXI tiene nombre y apellido: Jordi Évole. Este catalán de padre extremeño y madre andaluza (lo cual saca a pasear cada vez que se trata de defender los derechos de los magrebíes, a quienes considera tan autóctonos de España como los andaluces) es sin lugar a dudas el fenómeno televisivo del momento. El "Follonero" se encuentra en esa fase del éxito en la que es idolatrado por millones de personas que le consideran el mejor periodista de todos los tiempos. Nadie, absolutamente nadie, se atreve a criticarle en público: la amenaza de verse a las pocas horas en los APMs, Intermedios, Rojos Vivos, Quintas Columnas y demás programación "concienciada con la ciudadanía" (...) es demasiado preocupante. La sola idea de verte a ti mismo en sketches de dos segundos de duración en los que se te oye articular un par de palabras (a menudo pronunciadas en momentos distintos), seguidas de un espectador en el Camp Nou pidiendo a gritos tu expulsión del terreno de juego o un desdentado ahogándose de risa echa para atrás a cualquiera. Tampoco es agradable que algún columnista de "Público.es" te dedique un artículo especulando sobre tu pasado en el Opus Dei o (dependiendo de tu edad) en la División Azul. Con mucho mayor rigor intelectual, y de una forma mucho más "objetiva" y "fiable", "El País" podría informar de que recibes subvenciones del Estado basándose en la declaración de la renta del año pasado que te salió a devolver, o anunciar tu posible imputación inminente por cualquier cosa terminada en "-ción". La prensa "ciudadana" es así. Hemos pasado del nihil obstat oficial al escarnio público oficioso, que cumple bastante mejor su labor censora y custodia de la moral.
Jordi Évole es sin lugar a dudas el principal protegido por este paraguas hobbesiano, porque nadie se atreve con él. Es el suyo un periodismo de investigación basado en el descontento de la gente para ofrecerle lo que quiere escuchar: "todo está mal", "este sistema es una gran mentira" y "nos están engañando". Esta singular apuesta conjunta de El Terrat y el grupo Roures ha dado sus frutos: el único discurso que se escucha en la calle es "hay que cambiarlo todo; esto es una estafa". Jordi y sus adláteres han conseguido persuadir a casi todos. A una insignificante minoría (el que suscribe casi siempre se encuadra en la minoría) nos ha convencido de que no hay peores mentiras que las medias verdades.
Concretamente hoy tengo ganas de ocuparme de uno de mis episodios favoritos de Salvados: el relativo a la financiación de la Iglesia Católica, uno de los leitmotivs por excelencia del "gladiador" de Cornellá. Aquí os dejo el vídeo del capítulo en cuestión, emitido en abril del pasado año:
El documental empieza con el Follonero frente a la Catedral de la Almudena entrevistando a Juan González Bedoya, ex senador y diputado del PSOE, uno de los think tanks del periodismo laicista (que no es lo mismo que "laico"). Bedoya es conocido por haber atacado en varias ocasiones a la Iglesia desde "El País" y el diario "Alerta", del cual fue director. Por supuesto, su condición de ex diputado y ex senador no se menciona en ningún momento, sino que aparece en letras pequeñas en la esquina inferior derecha de la pantalla durante unos segundos). Jordi podría haber completado la "formación de opinión" de sus televidentes entrevistando a algún periodista católico, pero decidió que estaba mejor así. En el curso de la entrevista, podemos escuchar los clásicos y repetitivos bulos que ya están asimilados como dogma de fe en el inconsciente colectivo de los españoles:
1.- ¿El Estado financia a la Iglesia o viceversa?
En el minuto 3:24, el ex diputado socialista asegura ante la fingida sorpresa de Évole que, además de "lo que sacan indirectamente por la casilla de la renta", el Estado financia a la Iglesia de forma directa a través de los Ministerios. Esto es falso: los Presupuestos Generales del Estado no prevén entre sus partidas asignación de ningún tipo para la Iglesia Católica. El sistema de dotación presupuestaria desapareció por completo en el año 2006 y se sustituyó en su totalidad por el de asignación tributaria con carácter voluntario para el contribuyente del que hablamos en el apartado siguiente. ¿Sabéis quién fue la persona que contribuyó a difundir el bulo de la asignación presupuestaria? Efectivamente, fue Juan González Bezoya, el ilustre entrevistado de Jordi Évole, con la inestimable colaboración de Público y El País: http://www.outono.net/elentir/2012/04/17/la-iglesia-no-recibe-10-000-millones-del-estado-origen-y-refutacion-de-un-bulo/
Por otra parte, podría hablarse de los datos de gasto público del Ministerio de Educación en 2009. Únicamente por ese concepto (sin contar el resto de la obra social), la Iglesia ahorra al Estado casi 4400 millones de euros. http://www.outono.net/elentir/2011/05/09/la-ayuda-de-la-iglesia-al-estado-que-calla-el-lobby-cristianofobico/
2.- La casilla de la declaración del IRPF
Es uno de los temas más recurrentes a lo largo del vídeo. La realidad sobre la famosa casilla es exclusivamente la siguiente: 1) Un 0,7% de la cuota a ingresar del contribuyente irá destinada a la Iglesia Católica 2) Si no se marca la casilla, ese 0,7% se recaudará también, solo que irá al Estado 3) Si mi cuota es de cero euros (es decir, si no me toca pagar nada), nada recibirá la Iglesia aunque marque la casilla 4) No existe ningún tipo de incentivo fiscal para marcarla: ni hay "descuento" ni "deducción" ni nada por el estilo que sirva de incentivo para poner la crucecita, como en algunas ocasiones se nos ha querido hacer creer. Es más, lejos de constituir un privilegio para la Iglesia, podría considerarse una discriminación: la Iglesia es la única institución con relevancia pública respecto de la cual los españoles pueden decidir que no se destine nada de sus impuestos. Son muchos los españoles que desearíamos una casilla para poder elegir que no se destinara nada de dinero a sindicatos, a la promoción del cine español o las operaciones de cambio de sexo en la Sanidad Pública. Con la Iglesia tenemos la opción de no dar nada, para lo demás, no.
3. La famosa "tercera casilla"
Otro bulo del documental: la casilla de "otros fines sociales" que aparece en la declaración de la renta es un engaño (para variar), porque en realidad también va a parar a la Iglesia. La realidad es que si se marca esa casilla, hay otro 0,7% de la cuota a ingresar que irá destinado a ONGs que realicen fines sociales. El único fundamento de este bulo es que, entre esas ONGs, figura Cáritas Diocesana (al lado de otros cientos de organizaciones que nada tienen que ver con la Iglesia). El razonamiento equivale a afirmar que, si el Estado concede una beca a un estudiante católico, está financiando indirectamente a la Iglesia.
4.- IBI e IVA suenan parecido, pero no son lo mismo
Sin lugar a dudas, uno de los momentos más patéticos de la entrevista al socialista Bedoya es cuando, a partir del minuto 4:45, tras afirmar que "la Iglesia vive en un paraíso fiscal", el ex diputado responde a la pregunta del Follonero de si la Iglesia no paga el IBI: "la Iglesia no pagaba el IVA (¡¡!!) y al final lo tuvo que pagar porque "Europa amenazó con multarnos" (¿¿¿???). Como abogado, resulta verdaderamente doloroso tener que escuchar este tipo de afirmaciones, sobre todo teniendo la certeza de que quien las pronuncia es consciente de que está diciendo un disparate. Si leemos la ley del IVA, no encontramos ninguna disposición que exima a la Iglesia del pago de este impuesto. Es más, un dato curioso que tiende a silenciarse: la Iglesia gozaba de una exención en el IVA en la entrega y transmisión de bienes inmuebles, a la que voluntariamente renunció en el año 2006, unos días antes de la publicación en el BOE de la Ley de Presupuestos en la que se eliminaba el sistema de asignación presupuestaria. Por medio de una nota de prensa conjunta entre la Nunciatura Apostólica en España y el Ministerio de Asuntos Exteriores, de fecha 22 de diciembre de 2006 se sacaba a la luz el Intercambio de Notas en la que la Iglesia renunciaba a su exención del IVA. La nota de prensa la podemos leer aquí: http://www.analisisdigital.com/Noticias/Noticia.asp?id=17467&idNodo=-3
4.- IBI, iglesias, mezquitas y medias verdades
Y aquí es donde viene la media verdad que nos cuenta Jordi Évole en cada capítulo. Efectivamente, la Iglesia goza de la exención por IBI para determinados inmuebles (no para todos). En el vídeo, se hace alusión única y exclusivamente a los Acuerdos entre el Estado Español y la Santa Sede en 1979, como causa única de todos los "beneficios" de la Iglesia. En realidad, la explicación se encuentra en el artículo 15.1 de la ley 49/2002 (conocida como "Ley de Mecenazgo"): Estarán exentos del Impuesto sobre Bienes Inmuebles los bienes de los que sean titulares, en los términos previstos en la normativa reguladora de las Haciendas Locales, las entidades sin fines lucrativos, excepto los afectos a explotaciones económicas no exentas del Impuesto de Sociedades.
Como vemos, la Ley de Mecenazgo remite a la Ley de Haciendas Locales (RDL 2/2004, de 5 de marzo). En su artículo 62 encontramos la lista de exenciones en el IBI: los que sean propiedad del Estado, de las Comunidades Autónomas, de Ayuntamientos y Diputaciones, los bienes comunales y los montes vecinales en mano común, los de la Cruz Roja y un larguísimo etcétera. Respecto de la Iglesia, el artículo 62.1c) dice lo siguiente: Están exentos los inmuebles de la Iglesia Católica, en los términos previstos en el Acuerdo entre el Estado Español y la Santa Sede sobre Asuntos Económicos, de 3 de enero de 1979, y los de las asociaciones confesionales no católicas legalmente reconocidas, en los términos establecidos en los respectivos acuerdos de cooperación suscritos en virtud de lo dispuesto en artículo 16 de la Constitución.
Es decir, ya hemos desmontado otras dos grandes mentiras del Follonero: en el minuto 4:29 se dice que "la Iglesia tiene privilegios que no tienen otras confesiones". Como podemos ver, las mezquitas y sinagogas (templos de religiones que han firmado acuerdos con el Estado), tampoco pagan IBI. Por otra parte, en el 9:26, otro entrevistado (que, casualidades de la vida, ¡también es político del PSOE!) afirma que TODO EL MUNDO paga IBI menos la Iglesia. Sin duda, no se había leído (o no se había querido leer) la lista de exenciones del artículo 62 ni la Ley de Mecenazgo, porque de lo contrario sabría que, sin ir mas lejos, su propio partido tampoco paga el IBI por sus inmuebles. La lista de quienes no pagan este impuesto la encontramos aquí: http://noticias.lainformacion.com/economia-negocios-y-finanzas/lista-completa-y-muy-larga-de-todos-los-que-no-pagan-el-ibi-en-espana_4NYQgWkRvAXKV2HOWuvzR1/
Por último, los Acuerdos con la Santa Sede a los que se remite la legislación fiscal, si bien enuncian un buen número de edificios (no solo templos) que quedan exentos de IBI, no exime a TODOS los inmuebles de la Iglesia. Todo inmueble de su propiedad no contemplado por el Acuerdo ni exento conforme a la Ley de Mecenazgo por no desarrollar una actividad sin ánimo de lucro (parkings, explotaciones agrícolas, repostería y restauración), tributa por el IBI (por poner un ejemplo, el restaurante "el Convento" de las monjas mercedarias de Arcos de la Frontera). Conforme a la Ley de Mecenazgo, en una ciudad como Madrid están exentos del pago del IBI edificios como el de la SGAE o el del Hotel Palace, con los que podrían recaudarse 109 millones de euros si no existiera exención. Sólo el 5% del IBI exento corresponde a la Iglesia y a las demás confesiones religiosas. Esperamos impacientes el programa de Salvados en que Jordi Évole nos alerte contra ese 95% de recaudación potencial que no ingresa en las arcas públicas. O mejor aún, que trate también la exención del IBI de las mezquitas.
5.- El patrimonio de la Iglesia
Uno de cada tres monumentos históricos de este país son propiedad de la Iglesia Católica. Sólo el mantenimiento de los templos le cuesta a la Iglesia unos 50 millones de euros al año. No es de extrañar que el Estado no mueva un dedo por nacionalizarlos. Respecto de la segunda parte del documental, que trata sobre las inmatriculaciones por parte de la Iglesia en Navarra, ya la trataremos otro día (es genial la escena del "ciudadano" montado a caballo que surge de la nada para poner a parir a la Iglesia delante de la cámara). Son demasiadas chorradas analizadas por hoy como para entrar a discutir ahora con el Follonero sobre temas de Derecho Inmobiliario Registral. Llegado el momento le dedicaremos un artículo aparte. Por el momento creo que es suficiente.
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